8 Razones por las que me encanta Waldorf en Infantil (Segunda parte)

Como lo prometido es deuda, y siguiendo el Primer artículo en que os hablé sobre las razones por las que me gusta mucho la pedagogía Waldorf en Infantil (en Primaria también, pero vamos poco a poco). Os voy a decir los otros 4 motivos por los que me encanta y creo que es una opción sana y saludable para los niños. 

5. La celebración, año tras año de las fiestas relacionadas con las diferentes épocas del año. Esto, es algo que al principio ni yo misma valoraba y apreciaba como ahora. Después de vivirlas 3 años, me doy cuenta de cómo los niños aprenden a vivir y respetar cada ciclo de la naturaleza, y además relacionarlo con los diferentes momentos emocionales del ser humano.
Esto da para un Post entero, pero os cuento un ejemplo, en Otoño celebramos la fiesta del farol. Es la fiesta en la que se celebra la llegada de la oscuridad, del recogimiento, de irnos a la oscuridad pero acompañados de la luz que nos guía y acompaña, que son nuestra familia, nuestros amigos, y maestros. Es emocionante además que cada año los niños pequeños ya esperen estas fiestas con emoción y regocijo, y además participen en ellas aunque sean muy, muy pequeños con respeto y confianza.
Fiesta del Farol




6. En esta etapa, el día a día está basado casi al 60% en Juego libre, pero del de verdad...no de ese que nos cuentan en muchos sitios que se hace, pero está en realidad dirigido, tanto por la extensión temporal: "Juego libre de 10 a 10:30", como por las oportunidades de juego... Los niños se van a hacer lo que les apetece, se respeta si van a diferentes partes del aula, o del patio, y no se interviene ni propone, aunque a veces los profesores se inundan de su creatividad y participan con ellos si así se lo piden los niños. Se han aportado ya cientos de investigaciones en relación a que jugar, y hacer manualidades influyen en un menor deterioro cognitivo.  También hay evidencia que la creatividad se dispara cuando es totalmente libre, y no hay evaluación por detrás.














7. La máxima importancia concedida al desarrollo en el niño de su parte artística, entendiendo por mundo artístico desde la pintura (que es totalmente libre, sin dibujos a colorear por dentro, ni árboles a rellenar de marrón y verde), la música con instrumentos de verdad (nada de juguetes con música electrónicos), las manualidades (algunos niños hacen artesanía con la madera, otros de punto con un telar, joyas con estaño...). Y esto implica un desarrollo del hemisferio derecho. Existen estudios que han relacionado ya que tejer tiene efectos similares a la meditación, y es un antidepresivo natural, entre otras cosas...  

8. La actividad de hacer pan y dar de comer a las gallinas. Es para mi un placer saber que dedican un tiempo a realizar con sus propias manitas, un pan que amasan ellos mismos y que luego al día siguiente desayunarán. Y doy fe que está riquísimo, el amor con que lo hacen seguro que algo tiene que ver. Es obvio que saber cómo se hace el pan, es un conocimiento que no hace falta para la vida de hoy en día, dónde el pan lo encontramos ya fabricado en todas partes. Pero de nuevo están realizando una tarea, que implica estar presentes, conciencia plena y respeto por el trabajo que implica el alimento que consumimos. ¿no os parece maravilloso?. 

Y aunque en todos las escuelitas infantiles no hay gallinas, os aseguro que dónde las tienen es un complemento que todos los niños aprecian, las alimentan y más de un niño pasa su período de adaptación entre ellas porque algo tienen...que les hace estar tranquilos. Y bueno, no os cuento lo felices que vienen cuando las gallinas ponen huevos y lo traen a casa para que les hagamos un huevo frito...mmmm!!




Espero os haya podido ayudar a conocer un poco mejor, una Escuelita Waldorf por dentro.

Diana Sánchez




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