El orgasmo femenino 2

De nuevo. El orgasmo femenino. Qué tema. No deja de sorprender (nos), lo que se va descubriendo sobre uno de los momentos más intensos, liberadores y placenteros de la vida. Si bien es cierto que cada vez sabemos más a nivel científico, en la consulta no dejan de llegarme mujeres de todas las edades con el mismo problema. No se conocen. No conocen su cuerpo y a veces se ven envueltas en una dinámica imparable con la familia, el trabajo, el hogar...y ¿ellas? ¿dónde están?

La última vez no os terminé de contar cuántas cosas interesantes y novedosas aprendí en las Jornadas de Actualiación en Sexología de la mano de Barry Komisaruk.  Para quienes no leísteis el primer capítulo, os diré que Barry Komisaruk es en la actualidad el mayor investigador del mundo del orgasmo femenino.

En dichas jornadas, el Sr. Komisaruk, pionero en el estudio del orgasmo en el cerebro, nos mostró cómo habían visto gracias a las técnicas de Neuroimagen, cómo el cerebro femenino se estimulaba hasta en 30 zonas diferentes a la vez durante el orgasmo. Esto ya nos da una idea de lo interesante que es, y sobre todo de lo desconocido. Entre estas áreas estaban incluidas la región del tacto, movimiento, la memoria, la sensación de recompensa, pero la que más llamo la atención fue la zona del dolor. Aunque lo más sorprendente de esa investigación era que las mujeres, durante el orgasmo, si a la vez se les inflingía algún tipo de daño, no sentían el dolor. Es decir, el orgasmo era capaz de reducir y anular la sensación de dolor. Y de hecho, si nos fijamos en la expresión facial de la cara de la mujer resulta bastante similar cuando sentimos dolor, como ante un orgasmo inminente. La explicación de Barry es que quizás las vías que transportan las sensaciones de placer y dolor a través de la médula espinal y el flujo cerebral  van juntas, y que quizás se bifurcan en algún lugar del cerebro para pasar el mensaje a la zona sensible del dolor, o a la zona del placer. 

Durante sus investigaciones, también encontró que las mujeres tenemos sensibilidad en el clítoris, cérvix y pared vaginal. Aunque esto os puede parecer algo obvio, os diré que no es así. Es más, aún existe la creencia más que difundida de que las mujeres sólo pueden tener orgasmos con la estimulación (directa o indirecta) del clítoris, y con estos estudios ha quedado demostrado que no es así. El cérvix tiene conexión con el cerebro a través de 3 terminaciones nerviosas (Hipogástrico, pudendo y pélvico).


Por ejemplo, las mujeres podemos tener orgasmos haciendo deporte, respirando, durante el parto o incluso montando en una montaña rusa. Sí, como lo lees, montando en una montaña rusa, podemos llegar a tener un orgasmo. Aquí dejo este video como muestra:




No obstante, el orgasmo femenino, yo siempre digo que es como un amigo casado. Siempre está ahí, no lo vas a perder, pero si lo quieres mantener lo tienes que cuidar. Pero sin agobiar, porque entonces la mujer se puede enfadar y no lo verás más. Porque el orgasmo, en el momento que empezamos a intentar controlarlo, en el momento que intentamos que ocurra, entonces, se escurre y se va (como ese amigo). 

¿Qué difícil es esto no? Pues no. No lo es. Sólo es lo que es. Una expresión más del placer humano, una micra más de la Sexualidad femenina. Y que aunque es el premio a un trabajo bien hecho, la clave está en no empezar el trabajo esperando un resultado determinado. Cuanto más lo persigamos, más se escapará.  Si las mujeres, empezamos a disfrutar del camino, si nos dejásemos llevar sin ningún objetivo concreto. Si simplemente nos permitiésemos estar ahí. 

La terapia para tratar la anorgasmia básicamente consiste en técnicas de las que llamamos los psicólogos "Terapias de modificación de conducta". Basadas en primero una focalización sensorial, la masturbación dirigida, y también dinámicas corporales. Yo a esto, suelo añadir ejercicios de Hipnosis, de Liberación Emocional, y de Terapia Breve Estratégica. Pero para mí, lo más importante, es hacer comprender a las mujeres, que los orgasmos se pueden obtener de diferentes maneras (estimulación de la vagina, del clítoris, del pecho), así como con estimulación visual y auditiva. Pero sobre todo, que las mujeres somos dueñas de disfrutar y obtener un gran placer, de un encuentro sexual positivo, aunque no hayamos concluido con un Orgasmo. 

Una pregunta muy frecuente es si la edad puede ser un freno para conseguir esa conducta sexual tan ansiada y bien valorada. Y aunque bien es verdad, que fisiológicamente parece ser que a partir de los 30 ó 40 años se produce un declive general, la realidad es que hay mujeres que con 90 años siguen teniendo orgasmos. Y normalmente lo que ocurre es que la capacidad de excitación permanece intacta con los años, sin embargo la mayoría de las mujeres experimentan un descenso del deseo sexual, y de la frecuencia del orgasmo según aumenta la edad. Por lo tanto, si bien parece ser normal, no es algo determinante ni universal.

No obstante, no existe ningún estudio que nos diga si dejamos de disfrutar del resto de cosas que son una relación sexual y que abarca mucho más. Seguro que una mujer podrá seguir disfrutando siempre de los abrazos, del cariño, del contacto con alguien que le demuestra admiración y respeto. Esto no cambia. Incluso, aunque sea ella misma quien se lo proporciona. ¿O es que nosotras no debemos ser nuestras más fervientes admiradoras?

Diana Sánchez
www.dianasanchezsanchez.com


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